En Spartanburg, ciudad de Carolina del Sur es la ciudad en que se inició la aventura de The Marshall Tucker Band. El primer núcleo de esta banda fundamental del rock sureño estaba formado por Toy Caldwell, guitarra, Doug Gray, cantante y Jerry Eubanks, saxo y flauta. Su música era una mezcla de blues y country, que pronto derivó hacia el rock-blues. En 1971 se les unieron el hermano de Toy, Tommy Caldwell, George McCorkle y el batería Paul Riddle, dando vida así a uno de los grupos sureños más celebrados. Los seis músicos debutaron en 1973 con ‘Marshall Tucker Band’. Este álbum histórico contenía espléndidos temas como ‘Take the highway’, ‘Losing you’, ‘Can’t you see’ y ‘Ramblin», que se convirtieron en seguida en clásicos del repertorio del grupo.
La formación se creó una reputación de banda extremadamente sólida, densa y capaz de fundir country, boogie, southern-rock, blues, soul y funky. Los méritos de la Marshall se atribuían sobre todo a Toy Caldwell. Todos los temas de su primer álbum están firmados por él. Tras la publicación del primer disco, también en 1973, participaron en una serie de conciertos y en una gira por Estados Unidos como teloneros de The Allman Brothers. Tras alcanzar una discreta popularidad, la banda se convirtió en una verdadera atracción a partir de su segundo álbum ‘A new life’. Toy Caldwell es la voz solista en ‘Fly eagle fly’ y ‘Blue ridge mountain sky’.
El grupo, bien acogido por la crítica y el público, publicó en 1975 ‘Where we all belong’, doble álbum que los llevó a la cima de su carrera. Este disco está compuesto por un disco grabado en directo y otro en estudio. El disco en directo muestra a una banda brillante y capaz de realizar espléndidos virtuosismos: ‘Take the highway’, ‘This ol’cowboy’, ‘Ramblin», ‘Where a country boy belong’ son algunos de los mejores temas, junto a la brillante y explosiva ‘Everyday I have the blues’, un clásico de más de 11 minutos. Invitados ilustres del disco son Charlie Daniels, Elvin Bishop y Andy Stein al violín (un componente de Commander Cody and his lost Planet Airmen). Se vendieron más de un millón de copias.
Con ‘Searching for a rainbow’ (1975), su cuarto disco, los intereses musicales del grupo pasaron del rock-blues de clara matriz southern-rock a un country-rock más tranquilo y comercial. A pesar de ello, ‘Searching for a rainbow’ y ‘Carolina dreams’ (1977) alcanzaron niveles vertiginosos de popularidad y ganaron sendos discos de platino. Del sonido brillante y peleón de los primeros años evolucionaron hacia sonidos adaptados a las emisoras de radio FM americanas. La inspiración de Toy Caldwell parecía haberse agotado en poco tiempo. De 1978 en adelante, The Marshall Tucker Band publicaron discos flojos y repetitivos. Sus brillantes comienzos, llenos de vitalidad y coraje, parecen limitarse sólo a los primeros discos. ‘Running like the wind’ (1979), primer disco con Warner Bros, tras abandonar Capricorn, se mantiene en niveles aceptables, pero ‘Tenth’ (1980) es un nuevo paso en falso.
En 1980 Tommy Caldwell falleció a causa de las heridas sufridas en un accidente de carretera. La desgracia coincidía con el lento declive de la banda sureña. ‘Dedicated’ (1981), ‘Tuckerized’ (1982), ‘Just us’ y ‘Greetings from South Carolina’ (1983), son moribundos reflejos de la inteligente mezcla de jazz-rock de sus inicios. Pasaron cinco años antes de que volvieran a publicar un nuevo disco. Una larga espera y una nueva desilusión. ‘Still holdin’ on’, grabado en Nashville, imita las convincentes atmósferas de cierto country amanerado, a medio camino entre Charlie Daniels y los comercialísimos Alabama.
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